El desempeño en el trabajo y nuestra salud pueden verse afectados por una mala, excesiva o deficiente alimentación en horario laboral. Muchos de nosotros con tanto ajetreo, no tenemos tiempo para prepararnos una gran comida, pero podemos seguir una serie de consejos para equilibrar nuestra dieta.
Controlar el consumo de café y alcohol
El café aumenta el nerviosismo, la desconcentración y favorece el estrés. Por otra parte, el alcohol reduce la capacidad de reacción y favorece la somnolencia.
Menú equilibrado
Si se come fuera de casa, es muy importante escoger restaurantes en Madrid con una oferta de menú variada y saludable: pasta, ensalada, verduras, pescados, carne a la plancha, etc. Para el postre se recomienda elegir fruta o productos lácteos. Nada de dulces.
Ajustar la alimentación al consumo energético
Adecuar las calorías consumidas según nuestro trabajo puede ser más importante de lo que parece. Los cargos que exigen esfuerzo físico necesitan más proteínas y carbohidratos que los sedentarios. La descompensación de este factor puede llevar a aumentar el peso.
No picar entre horas
Se recomienda dejar de lado los productos envasados con altos contenidos en grasas saturadas y comer fruta, frutos secos o zumos naturales.
Con mucha calma…
Tomarse la vida con calma es vital para crecer sanos y felices. Después de comer se recomienda dar un pequeño paseo y volver andando a la oficina con tranquilidad. Las prisas y el estrés conllevan un descontrol alimentario.