Hoy te enseñamos a asar un pavo para que quede más jugoso. Lo primero es que al comprarlo no sea muy grande, si es posible no mayor de tres kilos, desplumada y eviscerada. También es importante señalar que las pavas son más jugosas que los pavos porque tienen más grasa intramuscular. Se cocina untada con aceite de oliva y una pizca de sal.
Cuando tengamos el pavo limpio, eliminamos tendones de los muslos para que quede más tierno. Para poderlo atar por las patas. Una vez limpio y atado, se coloca sobre la bandeja de horno y se cubre la zona de la pechuga con un papel de aluminio untado en aceite.
El proceso de asado debe ser lento y continuo. Normalmente se cocina con el horno precalentado a 180ºC durante unas dos horas. Al final del asado conviene dejarlo una media hora más a una temperatura inferior (uno 80ºC), tiempo que servirá para terminar de cocinar las pechugas del asado.
Otro truco muy bueno consiste en regar el pavo con los jugos que sueltan mientras se asa y agregar un poco de caldo de ave antes de meterlo al horno, con una copita de vino de Jerez le dará un sabor exquisito. Con ello conseguiremos que el asado tenga cierta humedad, la salsa quede aromática y los sabores más intensos.