Se trata de unas galletas fáciles de hacer y que pueden comerse como un aperitivo, con una sopa o formando parte de un menú. Si no es posible conseguir sal gema, usar sal común en su lugar.
1- Mezclar la harina con la alcaravea o el ajonjolí, la sal y la levadura en polvo, en un gran cuenco. Desmenuce el ghee (o la mantequilla) en la harina. Añada el agua necesaria para formar una masa bastante consistente. Amase a conciencia, al menos durante 5 minutos, hasta que la masa se ponga suave y elástica. Luego déjela reposar unos minutos.
2- Llene los dos tercios del karhai o wok, con el ghee o aceite, y póngalo sobre un fuego moderado. Mientras se está calentando el ghee, extienda la masa formando un gran cuadrado de 1 cm de espesor. Con un cuchillo afilado, corte la masa en forma de rectángulos o rombos de 5 cm de largo aproximadamente. Ponga la mitad de ellos en el ghee caliente. El fuego debe estar regulado de manera que las galletas se pongan doradas por ambos lados en unos 4 o 5 minutos. Sáquelas con una espumadera y póngalas en un colador para que se escurran. Luego fría la otra mitad de la misma manera.
Tiempo aproximado de preparación y cocción: 30 minutos
Ingredientes
- 2 cucharaditas de alcaravea en grano o de ajonjolí en grano
- 350 gramos de harina integral, blanca o tamizada
- 1.75 dl de agua
- 2 cucharaditas de ghee o mantequilla
- Media cucharadita de levadura en polvo
- Ghee o aceite para freír
* El ghee es una especie de mantequilla originaria de la India y Egipto.