El vino es una de las bebidas alcohólicas que forman parte de la dieta mediterránea, por su grandes propiedades nutritivas y buen sabor. El vino permite deleitamos con una buena comida.
Para hacer vino en casa necesitamos mosto o zumo de uva que según a época se obtiene mediante el pisado de las uvas. La fruta debe estar entera, madura, sana, limpia y fresca. De lo contrario, necesitaremos mosto concentrado para que conserve las características organolépticas de la uva escogida. Necesitaremos levaduras para transformar la fructosa en alcohol etílico, así como sales amoniacales y nitratos que facilitan la reproducción y el metabolismo de la levadura.
El proceso de vinificación es cuando el mosto o zumo de uva pasa a convertirse en vino, además gracias a la levadura y el azúcar de la fruta se convierte en alcohol mediante fermentación, luego debemos activar las levaduras secas hidratándolas con agua fría durante media hora con azúcar y nutrientes. A continuación, añadimos un poquito de mosto y cuando empiece la fermentación se añade el restante.
La fermentación suele durar una semana, se aconseja remover a menudo para que aturar el proceso. El siguiente paso es la clarificación y estabilización que permitirá eliminar los elementos no solubles. Finalmente, filtramos para retirar los residuos en el vino. Por último, podemos proceder al embotellado y encorchado en un lugar aséptico.