Cuando deseas empezar una dieta, lo fundamental es hacer un esfuerzo que no siempre resulta fácil. Te vamos a dar algunos consejos para convertir determinadas restricciones en recursos para lograr tu objetivo: adelgazar.
No abuses de los productos light: es cierto que aportan menos calorías y grasas pero si abusas de ellos son igualmente una fuente de energía que se va a acumular en tu cuerpo.
El desayuno es la comida más importante del día, te proporciona la energía necesaria para empezar el día con fuerzas, si te la saltas te puedes sentir cansado y luego tendrás más hambre.
Si deseas comer algo que te gusta pero sabes que no te conviene, te lo puedes permitir una vez a la semana. Lo importante es controlar la cantidad. Se puede comer de todo, pero moderadamente.
No elimines los hidratos de carbono de tu dieta. A pesar de que tienen fama de que engordan, lo que hacen realmente es proporcionar una gran saciedad y te ofrecen la energía que necesitas para trabajar.
Puedes consumir una porción de hidratos de carbono al día. Por ejemplo: un plato de arroz, pastas o legumbres, una patata o una milanesa de soja. Son alimentos que llenan y evitan que tengas que picar entre horas. Si además luego realizas ejercicio físico, conseguirás adelgazar.
No abuses de los productos integrales: aportan las mismas calorías que los normales, sólo que contienen fibra. Importante para regular el intestino.
Para hacer una dieta equilibrada, lo mejor es que consultes las cantidades que debes de tomar de cada alimento con un nutricionista. Recuerda que ningún alimento engorda por sí mismo, salvo que lo consumas en exceso. Evita los productos grasas, fritos o con aceites. Ten moderación cuando te sientes a la mesa para comer.