El pan es uno de los alimentos que no pueden faltar en cualquier dieta, sirve tanto para desayunos, como para el acompañamiento de comidas y también para preparar bocadillos. Su elevado contenido en hidratos de carbono y su textura esponjosa proporciona un producto exquisito y muy saludable si se consume en cantidades moderadas.
La mayoría de los panes artesanos que se venden pueden durar en buen estado hasta una semana. Pero en algunos casos dependiendo de la temperatura y ambiente donde se guarden, pueden quedar duros. Para evitar que esto suceda tenemos varias opciones de conservación, que permiten tanto el consumo inmediato como comerlo al cabo de unas horas o al día siguiente.
Para descongelar el pan forma rápida sin que pierda textura ni sabor, lo mejor es cubrirlo con un paño de hilo para que transpire. Debe hacerse sobre una rejilla apta para microondas y junto con un vaso de agua para que haya humedad en el ambiente, a una potencia de unos 300 W. Lo ideal es que la descongelación se haga en dos intervalos de 10 a 15 segundos, para comprobar la evolución de la descongelación.