Las catas de vinos es una de las actividades gastronómicas más importantes de nuestro país. Catar es siempre descubrir lo desconocido, es probar con atención un producto cuya calidad queremos apreciar, es someterlo a nuestros sentidos, en particular al del gusto y el olfato. En definitiva es tratar de conocerlo buscando sus diferentes defectos y sus diferentes cualidades.
Para empezar os vamos a explicar los sentidos utilizados para catar un buen vino:
* Con la vista podemos percibir su estado (liquido, gaseoso), su aspecto (limpidez, fluidez) y su color y tonalidades. El color nos informa de la edad y estado del vino, y el matiz o tonalidad nos reflejan el grado de evolución del vino.
* Con el olfato, podemos apreciar sus Aromas: Primarios (proceden de la uva), Secundarios( provienen de las fermentaciones, alcohólica y maloláctica) y Terciarios o Bouquet (Aromas de crianza, por reducción o por oxidación )
* Con el gusto (boca) percibiremos los aromas retronasales; las sensaciones táctiles (textura, fluidez, untuosidad), las sensaciones térmicas (temperatura) y las sustancias sápidas (dulce, ácido, salado y amargo
Por último, el conjunto de todos los sentidos (olor, gusto y tacto) conforman lo que se denomina Flavor, el equilibrio y la armonía de estos tres elementos es esencial para que un vino sea persistente. Finalmente, es el momento de retener en la memoria todo lo percibido y determinar las cualidades del vino.